Novopan es la industria de tableros de melanina más grande del Ecuador y la región. Su actual sede es una obra de Diez + Muller Arquitectos, finalista del Premio Panamericano y Premio Nacional en la categoría de Edificios Administrativos, Institucionales y Corporativos en la pasada edición del Concurso de la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito (BAQ2022).
Por su diseño, relevancia e impacto, este proyecto fue escogido por el equipo del CAE Visita para hacer un recorrido con estudiantes, profesionales y amantes de la buena arquitectura. La visita se realizó el pasado sábado 22 de julio y contó con la participación de más de 40 personas interesadas en conocer detalles de construcciones reconocidas por su valor arquitectónico y aporte a la ciudad.
La obra nace de la necesidad de desarrollar un proyecto de nuevos espacios administrativos y servicios para la planta ampliada de Novopan, ubicada en un terreno plano, de poca área, que implicaba desarrollar un edificio de al menos cinco pisos para aglutinar el extenso programa requerido.
Durante el recorrido, el equipo de Diez + Muller Arquitectos explicó la decisión de conectar el nuevo proyecto a la fábrica para una mejor relación y control sobre la operación, y más importante, la posibilidad de conectar y acercar a la fuerza obrera con la parte administrativa. Además, se mencionó que las nuevas oficinas son la cara de la empresa a la ciudad, aminorando la fuerte presencia de los galpones industriales y generando una nueva escala más humana y amigable.
El edificio principal se asienta sobre el talud curvilíneo, adaptándose a su forma natural y generando una referencia a la sinuosidad de la autopista colindante. Existe un atrio central que integra las dos plantas y es donde existe la mayor comunicación física y visual del edificio. Este lugar fue concebido no solo como el corazón del proyecto, sino donde las actividades sociales de la organización se llevan a cabo para motivar a los usuarios a conectarse, a encontrarse y a compartir.
Uno de los aspectos más interesantes que se conoció en el recorrido guiado fue que el proyecto busca una lógica estructural y constructiva ordenada, flexible y clara. La planta cuenta con solamente dos ejes equidistantes que definen y componen la propuesta espacial. En el interior, el esqueleto de hormigón queda a la vista, definiendo el espacio sin maquillajes ni añadiduras y siendo complementado, únicamente, con detalles y mobiliario fabricados en la propia planta.
Otra cualidad de la edificación es su componente de sostenibilidad. El talud alargado permite tener un edificio angosto y de poca profundidad, maximizando la iluminación y ventilación natural y reduciendo considerablemente las necesidades de consumo energético. El atrio de doble altura funciona en efecto chimenea, ventilando de manera vertical el aire de ingreso natural mediante aperturas en los tragaluces superiores que también iluminan el espacio central.
Con este CAE Visita, el número 42, el Colegio de Arquitectos de Pichincha retoma su propósito de incrementar el interés por la arquitectura de una manera vivencial, a través de actividades mediadas por los autores de las obras, quienes explican el proceso desde su concepción hasta la culminación. Las próximas ediciones del CAE Visita serán anunciadas en los canales oficiales de la institución gremial y también de la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito.