Febrero, 2021. Después de un riguroso proceso de verificación por parte del Tribunal Nacional Electoral del Colegio de Arquitectos del Ecuador, la lista encabezada por la arquitecta, María Samaniego Ponce, ha sido ratificada como la ganadora para asumir la directiva del Colegio de Arquitectos de Pichincha para el período 2021 – 2023, comenzando sus funciones el 26 de febrero de 2021. Lee el comunicado aquí.
Se trata de la primera vez que una mujer ocupa esta dignidad en 59 años de vida institucional, siguiendo una tendencia regional que ha colocado a varias arquitectas a la cabeza de los gremios en Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile y Honduras, entre otros.
Samaniego mostró su vocación gremial desde su etapa de estudiante, está afiliada al CAE-P desde 1998 y en 2017 asumió la primera vocalía del Directorio de Pichincha y la presidencia de la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito, así como de DOCOMOMO Ecuador. En su práctica profesional a través de su estudio, arquitectura x, ha tenido una destacada trayectoria que le ha merecido reconocimientos a nivel local e internacional.
El equipo que conformará el Directorio para este período es multidisciplinario y diverso, procurando representar todos los ámbitos e intereses del ejercicio profesional: diseño y planificación; construcción, docencia e investigación; servicio público; industria, comercio y servicios especializados; gestión social y cultural, entre otros. Conócelos aquí.
Un gremio listo para enfrentar las nuevas condiciones y desafíos
Su plan de trabajo está enfocado en renovar el CAE-P para enfrentar las condiciones y demandas del presente y el futuro; reforzar las líneas de acción en defensa y representatividad del gremio y el ejercicio de la profesión, así como de la ciudad; reafirmar su posición como interlocutor social, independiente, técnica y éticamente solvente, en temas relacionados con el territorio, el ambiente, la ciudad, el patrimonio, la vivienda, la cultura, la enseñanza y la práctica profesional de la arquitectura; promover el diálogo con distintos públicos de interés y fortalecer la representatividad con una postura democrática, plural y equitativa, buscando convocar a nuevos agremiados.
Los ejes de acción de su propuesta son 10 y se enfocan en: ejercicio profesional; proyectos de gestión institucional y servicio público; estrategias post-pandemia; apoyo a agremiados en diferentes escalas y actividades; servicios al profesional; arquitectura, ciudad y sostenibilidad; jóvenes arquitectos de Pichincha; patrimonio y arquitectura; cultura y academia y modernización institucional. Lee el plan completo aquí.
Una visión renovada
Conoce un poco más de María Samaniego, sus motivaciones y proyectos.
¿Cuál es tu visión del CAE-P para los próximos dos años?
Debemos consolidarnos como una institución ágil, que cumpla con su “deber ser” en relación a la defensa y representación del buen ejercicio de las y los profesionales de la provincia y vele por una arquitectura responsable con la ciudad, el ambiente y comprometida con la equidad. Es vital buscar caminos alternativos y nuevas perspectivas que permitan generar proyectos que afiancen el trabajo de los arquitectos en el medio, en sus diversos campos de acción.
La importante cantidad y calidad de proyectos generados y consolidados en el CAE-P en los últimos años, sumada a un valioso equipo de trabajo que representa a visiones diversas y a varias generaciones, conformarán una institución eficiente, inclusiva y participativa, con una clara posición política y una voz técnica que vele por la garantía de unas condiciones favorables para una arquitectura responsable, sostenible y que aporte a una mejor calidad de vida y una mejor ciudad.
¿A qué atribuyes que le haya tomado tanto tiempo al CAE-P tener una presidenta?
Creo que es parte de un proceso necesario e impostergable de reivindicación de las mujeres, que se viene manifestando de varias formas en varios frentes y que obedece a una deuda histórica que hay que saldar. De acuerdo con investigaciones que se han realizado, tanto en Guayaquil, donde se creó la primera escuela de arquitectura en 1929, como en Quito, más tarde, en 1967, tomó varios años la inscripción y titulación de las primeras arquitectas del país, que para 1970 no superan las 30 a nivel nacional.
En el Colegio de Arquitectos de Pichincha, creado en 1962, el primer registro de afiliación de una mujer es de 1971 y corresponde a Corina Durango. Actualmente, son más las mujeres afiliadas; sin duda, hemos avanzado mucho y esto ha sido evidente a lo largo de los 58 años de trayectoria que tiene el gremio, tiempo en el que muchas mujeres se han destacado, trabajando en varios proyectos y cargos, apoyando con excelencia el trabajo de los 21 presidentes que ha tenido el CAE-P. En 1978 la arquitecta, Lucía Vasconez, se desempeñó como la primera mujer vicepresidente, siendo ahora una de las valiosas arquitectas que forman parte del Directorio de la nueva administración.
Una vez que he sido ratificada como presidente para el período 2021 – 2023, junto a Yadhira Álvarez como vicepresidente, representaremos con mucha responsabilidad y orgullo este valioso trabajo de nuestras colegas, así como el de todos los profesionales que trabajan constantemente de manera ética y comprometida, haciendo arquitectura, pensando procesos y maneras y construyendo nuestras ciudades.