El Plan de Uso y Gestión de Suelo incorpora reglas técnicas de estándares urbanísticos que definen, más allá de qué se construye en cada predio, cómo se construye con respecto a parámetros de calidad que busca la ciudad. Con la participación de la ociedad civil desde profesionales de la arquitectura, ciudadanía y academia, se identificó que los estándares de edificabilidad presentan una oportunidad interesante para incidir en una ciudad más verde y sostenible.

En los diálogos surgieron reflexiones diversas, a veces contradictorias. Por un lado, la planificación de Quito se plantea la construcción de una ciudad más compacta, de uso mixto, conectada con los servicios existentes y sistemas de movilidad alternativa. Por otro, el desarrollo de nuevos proyectos en la ciudad parece seguir una lógica diferente.

Pablo Trejo, especialista técnico de la Entidad Colaboradora de Proyectos, explicó que no es los estándares no son nuevos para Quito, sino una evolución que ha tenido la norma desde el 2011 como condición para el incremento de pisos. Los temas principales han sido los parámetros o estándares asociados a: agua, energía, diseño bioclimático y a aportes paisajísticos, ambientales y tecnológicos. Con la experiencia previa, opina que la versión actual es la más compleja en su aplicación.

Carolina Proaño L., especialista en urbanismo y sostenibilidad, hizo un recuento de los lugares de la ciudad en donde se han acogido a los beneficios de edificabilidad de esta norma en el pasado, concentrados casi exclusivamente a los alrededores del Parque de La Carolina. Llamó a la reflexión del potencial de contar con una norma que aborde temas de construcción sostenible y la posibilidad de ajustarla para una aplicación más extensiva en el territorio, alineada al objetivo de Quito en fortalecer una ciudad compacta y policéntrica.

Se contaron con participaciones de muchos profesionales que han tenido oportunidad de implementar la propuesta de norma en el desarrollo de proyectos y surgieron reflexiones desde la práctica, que llevaron a cuestionar la forma de aplicación de varios de los temas planteados por la regla técnica de estándares de edificabilidad.

Algunos puntos en común derivados del diálogo fueron:

  • Los estándares se enfocan exclusivamente en construcciones nuevas y la norma también debería pensar en la ciudad ya construida y su potenciación, ampliando el potencial de impacto de edificaciones más sostenibles sin limitarse a la edificabilidad máxima.
  • La complejidad de la primera versión de estándares hace difícil su aplicación y en muchos casos, limita la implementación de soluciones creativas y de mayor impacto social, económico y ambiental en los edificios.
  • Falta definir de manera clara y concreta las metas de la ciudad con respecto a los estándares aplicados a las edificaciones. Con el conocimiento de esas expectativas sería más fácil construir desde cada predio un aporte para una visión de ciudad.
  • El rol del Colegio de Arquitectos como vínculo entre la sociedad civil y la gestión municipal es importante para fortalecer procesos de innovación de norma.

Estas reuniones de Diálogos Participativos son muy valiosas y dan insumos al CAE para presentarlos al Municipio de Quito en su actualización del Plan de Uso y Gestión de Suelo y lograr los cambios considerados como necesarios.