El pasado jueves 02 de marzo, se realizó el conversatorio “Alimentos y planificación urbana: el enlace perdido” en la Sala de Seminarios del Colegio de Arquitectos de Pichincha.

El evento, moderado por el Arq. Jaime Vásconez, tuvo como objetivo profundizar en las maneras de involucrar a la comunidad en la creación de vecindarios alimentarios saludables para incrementar la sostenibilidad y resiliencia de los barrios, con el fin de mejorar la calidad de vida de la población a través de la planificación participativa a escala barrial o vecinal en Quito.

Se contó con la presencia de dos expositores internacionales: Yves Cabannes, profesor emérito de Planificación del Desarrollo de la University College (Londres); y Alain Santandre, presidente ejecutivo de ECOSAD, Consorcio por la Salud, Ambiente y Desarrollo (Perú). Además, estuvieron los comentaristas: Alejandra Rodríguez, coordinadora del programa AGRUPAR; Patric Hollenstein, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Central del Ecuador; y María Samaniego, presidente del Colegio de Arquitectos del Ecuador.

 

Pero, ¿qué son los vecindarios alimentarios?

Se pudo conocer en el conversatorio que son los espacios de caminabilidad que se configuran en torno a una centralidad alimentaria y se conectan mediante las relaciones de los vecinos con la alimentación, independientemente de las divisiones administrativas de la ciudad.

¿Por qué son importantes?

Porque, desde una visión urbana planificada, ayudan a resolver problemas del último kilómetro de la cadena de suministro, ofreciendo soluciones para transformar los sistemas alimentarios desde lo local, potenciando la economía solidaria y las relaciones de proximidad.

De acuerdo con lo expuesto durante la actividad, los vecindarios alimentarios pueden conformar sistemas colaborativos entre productores y consumidores de alimentos saludables y esto, sin duda alguna, aportaría nuevas formas de  resiliencia y sostenibilidad alimentaria a la ciudad, involucrando y apoyando a los productores agropecuarios urbanos, a los consumidores y a las autoridades municipales.